lunes, 28 de noviembre de 2016

"La tierra no tiene dolor que el Cielo no pueda sanar".

Algunas veces les ha pasado que al mirar algo, sienten en retrospectiva, digo sienten pues así fue, !asi ha sido mi vida...!!! este árbol me representa. Ya no tengo que buscar un retratista, ni nada. Tengo la foto perfecta para ser recordada.
He vivido una buena vida, gracias a los cuidados del Padre, que sin conocerlo, modelo cada paso. Todo ha sido un aprendizaje continuo. Una niñez maravillosa, con el recuerdo imborrable  de mi abuela Amabilia. Una madre, dedicada y trabajadora. Un padre honrado. Walter, quien me mostró que Dios es bueno en todo, que Su palabra es totalmente vigente y pertinente.  Mis hijos, mi orgullo, ellos  hacen que recuerde mi dependencia al Padre. Mi nieta, mi estimulo, mi abono, mi alegría, mi segunda oportunidad de ver crecer una vida. Tuve dolores que me partieron el alma, casi hasta morir, ...soy una sobreviviente-testigo de cuanto Dios puede hacer por nosotros, levantandonos. "La tierra no tiene dolor que el Cielo no pueda sanar". Estamos aquí con un propósito eterno. Todavía Dios esta permitiéndome como este árbol, vivir. Dar sombra, regocijo, servir con alegría a quienes están a mi lado, o pasen por el camino. La vida no es color de rosa, para nada. Tendremos alegrías, amor, jubilo, satisfacciones, tristezas, sangraremos, nos retorceremos de dolor ante la injusticia o el desamor, las perdidas, las derrotas, luchas con derrotas anunciadas, he aprendido que hay que verlas desde la perspectiva del Padre, cantare al final el Salmo 20. Todavía hay mucho fruto por dar, Dios permita que pueda seguir viviendo en El... " Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia"

No hay comentarios.:

Publicar un comentario